Mes: noviembre 2009

JAZZ PARA LA ISLA

Voy aumentando el equipaje mientras ordeno…Once albúmes predilectos, aquellos que habitualmente escuchaba durante la (devastadora) experiencia de escritura de guiones a toda velocidad, más de setenta programas al año…Escuchar, vaciar la mente en la morosidad de lo que sucede, hasta aprender a ver que hay, en la vida que nos rodea y en nuestro propio corazón, una tranquilidad que ni siquiera sospechábamos. Lo más adecuado para una isla no del todo desierta.

«The Köln Concert», Keith Jarrett, 1975
«A turtle’s dream», Abbey Lincoln, 1995
«Revisited», Charles Mingus, 1965
«Quintette du Hot Club de France», Django Reinhardt, Stephane Grapelli (1934, 35, 36, 37)
«At the Golden Circle, Stockholm», Ornette Coleman Trio, 1965
«Alone in San Francisco», Thelonious Monk, 1959
«Kind of blue», Miles Davis, 1959
«Alone», Bill Evans, 1968
«Lush life», John Coltrane, 1958
«Tortoise», Tortoise, 1994

«Jazz at Massey Hall», The Quintet (Parker, Gillespie, Powell, Roach, Mingus), 1953

CIEGOS EN EL PAÍS DE LOS MUDOS


La cosa se presta a broma fácil, desde luego. La cuarta edición del Premio Solidario ONCE Extremadura recae en esta ocasión en…Canal Extremadura TV. Sin comentarios. Su criterio es indiscutible: son el mejor cliente posible para ese medio invisible. A la entrega de premios asiste la plana mayor del régimen. Los tres anteriores galardonados son la Universidad de Extremadura, el Consorcio López de Ayala y la Diputación de Badajoz. No hace falta ver para creer. Chiste fácil, otra vez.

ESTERCOLERO


Una autopsia revela que el fallecimiento de una niña de tres años se produjo por una caída en días previos -a la que un médico no hizo caso alguno en urgencias-, que las levísimas quemaduras que su cuerpo mostraba se debieron a una reacción alérgica a un potingue y que quedaba descartado cualquier abuso, desmintiendo categóricamente un informe médico que mandó a prisión a un joven, cuyos argumentos resultaron coincidir con el veredicto forense. Entretanto, un periódico de tirada nacional ofrecía en su portada el rostro del asesino (ni siquiera presunto), el gobierno autonómico de turno exigía justicia ante el cuerpo aún caliente de la niña maltratada y clamaba contra la atrocidad, mientras los medios de comunicación abrazaban en masa la historia oficial: crimen. El falso culpable, víctima de la furia de nuestro estercolero, se ha derrumbado hasta tener que ser hospitalizado. Poca reacción es. Nadie dimite, nadie pide disculpas, nadie consuela. Todas hieren. Sólo la última mata. Pero raramente a quienes más lo merecen.

Ilustración: J.R Mora

PARA EL TOCADISCOS DE LA ISLA

Euforia de inventario y clasificación, coincidiendo con el día, tal como hoy, que compré el «Sombra y luz» de Triana, hace ¡30 años! Vinilos y compactos a centenares, por no decir miles. Ante la posibilidad de una noche de luna al fuego de las hogueras en la húmeda arena del paraíso, mis once grabaciones predilectas -en lenguas estatales-, con aquel disco aún siendo mi favorito.
«Sombra y luz», Triana, 1979
«No me iré mañana», Antonio Vega, 1991
«Cuentos chinos para niños japoneses», Love of Lesbian, 2007
«Por amor a lo que venga», Ciento Volando, 2001
«Taxi», Antònia Font, 2004
«Una semana en el motor de un autobús», Los Planetas, 1998


«De un país en llamas», Radio Futura, 1985

«Agila», Extremoduro, 1995
«De espaldas a ti», Esclarecidos, 1985
«Activando la disidencia», Bloomington, 2006

«L’argot du bruit», Pascal Comelade, 2003

LA ISLA

Ha llegado la hora del inicio del traslado de las películas a su nuevo hogar, las flamantes estanterías de la casa de al lado, es decir, de la «produ». Haciendo balance y en previsión de algún pequeño apocalipsis, guardo mis doce títulos para la isla desierta que nos espere. Por orden cronológico, so pena de dejar espacio para otras decenas de su mismo calibre, para un servidor, inmenso.


«Amanecer», F. W. Murnau, 1927


«Breve encuentro», David Lean, 1945
«Vivir», Akira Kurosawa, 1952

«La noche del cazador», Charles Laughton, 1955
«Senderos de gloria», Stanley Kubrick, 1957
«Sed de mal», Orson Welles, 1958
«El sur», Victor Erice, 1983

«La vida de bohemia», Aki Kaurismaki, 1992

«Léolo», Jaun Claude Lauzon, 1992
«Eyes wide shut», Stanley Kubrick, 1999
«Código desconocido», Michael Haneke, 2000
«El hombre del tren», Patrice Leconte, 2002

LE BATTEUR DU BOLÉRO

Mi rendida admiración por Patrice Leconte (considero su filme «El hombre del tren» -L’homme du train, 2002- entre mis tres películas contemporáneas, y el guión de Claude Klotz alcanza la misma cifra entre mis predilectos) se concreta en entusiasmo por el cortometraje adjunto, «Le batteur du Boléro» (1992) una pieza filmada en dos únicos planos (y en cuatro únicas tomas, tal como explica, eso sí, en inglés, el cineasta en el video) sobre la figura del baterista del Bolero de Ravel. El cómico Jacques Villeret interpreta histriónica y entrañablemente a su personaje. La película de Leconte define a la perfección el mérito del cortometraje como pieza cinematográfica del mismo valor que el largometraje: adecuada a una idea sencilla y perfecta, y a la duración exigida.

ILUSIÓN DE DISCIPLINAS CELESTIALES

Alguien debería mandarnos los deberes.

¿Qué tal, por ejemplo, si un arcángel de guardia,
amenazándonos a todos con un dedo de plata,
nos ordenase repetir dos veces
cada uno de nuestros pensamientos positivos?

¿Si después de cada descalabro nos encargase una redacción para mañana
cuyo título fuese “resume qué has aprendido”?

¿Si cada lunes o jueves gris nos preguntase
“dime cien cosas buenas de este día”?

¿En cada sorbo de agua… “define qué era la sed”?

¿En cada comida un nuevo ejercicio, como
“paladea con cuidado”…?

¿Alguien debería mandarnos los deberes
de la vida?
¿Es preciso?

Ana Baliñas
«Ilusiones, definiciones y otras adivinanzas» (2000)

BLANCO Y NEGRO


Esta tarde hemos tenido apasionada reunión de trabajo alrededor de un plato de rabas, unos cafés y unas voll-damm, y prácticamente conseguimos dejar cerrado el guión de nuestro próximo trabajo de ficción. Una comedia, para variar. Al tiempo, seguimos en el empeño de producir documentales sociales y de naturaleza, de asociarnos con otras gentes y espíritus para producir contenidos, y de postularnos como alternativa para empresas y entidades que precisan uñas y dientes para sacar adelante sus proyectos audiovisuales. Mientras tanto, nos aventuramos en el agitado mar de la distribución y venta de los trabajos ya producidos, huyendo como de la peste de las distribuidoras, la mayoría de las cuales traban las puertas con un mercantilismo de opereta: ahora ya no les basta obtener una comisión sobre las ventas o difusiones, sino que se ha instalado la costumbre de exigir un fijo para promoverlas. Pero sin otra garantía de resultados que estar bajo su paraguas, es decir, su agenda de contactos, y no quedar convertidos en francotiradores sin viso alguno de encontrar interlocutores y, menos aún, compradores con tiempo para recibirte. Otra cosa es que vayas de la mano de papá estado o papá autonomía: en ese caso el compromiso está garantizado, pero los contenidos, ay, tienen que ser los adecuados al traje que viste el emperador. Y vuelta a empezar.

Por ahora, en esta casa seguimos sin noticias ni de Gurb, ni del levantamiento del veto absoluto por parte de CEXMA y compañeros mártires. Así que nuestros programas (cuatrocientos y pico entre series, documentales y ficción) siguen sin tener el menor viso de venderse adecuadamente en nuestra propia tierra, y tampoco se atisban buenas expectativas para nuestros proyectos «autonómicos». Ser las cabezas de turco es lo que tiene: nadie te echa de menos por la cuenta que le trae. Pero tu reputación, eso sí, no deja de crecer. Para algunos somos raros; para otros, directamente gilipollas. Aún así, Libre Producciones, es decir, nosotros, cumple en estos días 21 años de existencia y ni uno solo de ellos hemos dejado de estar presentes en nuestro contexto económico, social y cultural, exportando no quimeras, sino realidades. Mejores y peores, pero hechas. A menudo invisibles, para nuestra desdicha, pero no por nuestro empeño: no existe otra productora en Extremadura que haya conseguido más audiencia para sus programas que nosotros. Todavía no nos han adelantado porque ninguna ha vendido un cuadro fuera de su corral. Quienes han pretendido acabar con Libre Producciones -en esencia, a raíz de negarnos a la censura previa por parte de Canal Extremadura, denunciar sus arbitrarias acciones y las de los poderes públicos que la financian, y hacerlo a través de actos públicos, por medio de este blog y en su adulada cara- han fracasado a pesar de su poderío, y aunque permanezcan en su actitud, no harán otra cosa que fracasar. Dice un proverbio japonés que es mejor viajar lleno de esperanza que llegar. Y es bien cierto. Yo no lo dudo. Aquí comemos arena del desierto.

Y resulta que en esta época de crisis financiera y laboral, nos desayunamos cada día con una despedida: que si iris Eyex, que si Econisa, que si Monprint, que si Horno de Santa Eulalia, que si éste, que si el otro…Centenares de constructoras, promotores y otros vándalos han caído a las primeras de cambio. Ha bastado un soplo para derribar castillos de…naipes. Y me pregunto: ¿qué fue de los buenos tiempos? ¿tan difícil es mantener negocios que fueron tan rentables? ¿adónde fue el dinero público para el empleo? ¿qué significa previsión? Las respuestas a estas y otras tantas preguntas no están en el viento. Están posadas en el duro suelo, a imagen y semejanza de los rostros que sostienen esta imposible economía de pequeños, medianos y grandes ladrones aupados sobre los de siempre. Y como dijo el gran autor, el resto es silencio. Y qué razón tenía, el jodío.

Ilustración: J.R Mora

EL BALÓN DE ORO

La tan estrecha como buena relación de la casta política con los medios de comunicación (nuestro dinero nos cuesta) ofrece a menudo estampas surrealistas. La «condecoración» del presidente de la Junta extremeña por parte de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión, al valorar ésta «el respeto de Vara al trabajo de los profesionales de los medios audiovisuales, desde la coherencia y el apoyo por las libertades» sería directamente una broma pesada si no fuera por que ya estamos curados de espanto. Gesto que demuestra hasta qué punto cunde la desinformación -interesada, por supuesto: no hay más sordo que quien no quiere oir- entre estos maléficos personajes de la «censurocracia», que diría el gran J.R Mora. Tampoco es que Vara pueda presumir de tener la televisión más censora del Estado -¿acaso la segunda?- pero desde luego bien podría hacerlo de mantener un veto estricto sobre determinados profesionales, su empresa y sus contenidos. Algo sé de ello, y él también. A la Federación citada, ni le va ni le viene.
Le impusieron la medalla al preboste durante un convite a nuestra costa Enrique Beotas, veterano locutor y biógrafo de Manuel Fraga, ministro de información, y Federico Sánchez Aguilar, catedrático de historia y escritor y editor de libros taurinos. Ambos personajes, ataviados con la clásica rodillera y provistos de sus panderetas, expusieron también su deseo de que Vara consiga por fin, a lo más tardar esta temporada, el tan ansiado Balón de Oro que merece su trayectoria, a todas luces ejemplo de talento y deportividad.

RETRATO ROBOT

«Menos mal que alguien frena a estos cazadores, que solamente matan por matar. Equipados con todos los lujos para compensar su lamentable estado físico y dar muerte a un animal que en muchos casos supera su propia inteligencia.»

Comentario de un lector de «El País» a la decisión judicial de impedir la caza legal del lobo al sur del Duero. Nadie frena a los furtivos, pero al menos la aberrante política medioambiental de la Junta castellano-leonesa vuelve a irse a pique. En cualquier caso, la descripción del lector, que suscribo, responde punto por punto tanto a la inmensa mayoría de esos individuos (y sus infraestructuras) como a sus repugnantes acompañantes.

LA ILUSIÓN, EN CINÉ-RAIL

«La ilusión» (2001) participa en el XVIII Ciné-Rail (Festival International Train, Metro et Cinema) a celebrar en París en 2.010. Un pequeño homenaje a las personas que lo hicieron posible, en particular a su reparto, tres de cuyos intérpretes (Raúl Pazos, Ana Saez y María Massip) han desaparecido en los últimos tiempos. Afortunadamente, el corto sigue su camino a través de esa via invisible en cuyo final, ejem, nos encontraremos todos.

FURIA

Una película del gran Fritz Lang llamada «Furia» («Fury», 1936) retrataba a la perfección la sociedad civil de su época, revuelta, presuntamente democrática y amenazada por el fascismo. Otra de Jean Renoir llamada «Esta tierra es mía» («This land is mine», 1.943) hizo lo propio con la suya, abiertamente totalitaria y ofensiva. Ambas películas denunciaban el odio y la sinrazón, y exigían el respeto por la justicia, el cumplimiento de la legalidad, y la valía moral de la honestidad y la defensa de los principios del Estado de Derecho como pilares de la convivencia. Hoy en día, basta leer los comentarios en un medio de Badajoz de algunos de sus ciudadanos para comprobar que no sólo estas personas no han visto esas películas, sino que, lo que es peor, estarían dispuestas a convertirse en sus tristes protagonistas: la masa furiosa, criminal y cómplice, decidida a tomar la justicia por su mano con el disidente, el mensajero, el falso culpable.
Los comentarios son a propósito, simplificando, de una decisión judicial del Supremo que da la razón a un colectivo ciudadano e impone el derribo de un edificio promovido por la Junta, edificado por el Ayuntamiento pacense y usado por la Universidad en plena Alcazaba. Las críticas a los denunciantes (entre los que figura como principal amonestado su presidente, apellidado Manzano) son furibundas, sobre todo en comparación con las que se ofician contra los políticos causantes del desastre. Su lectura no provoca, como en tantas otras ocasiones, vergüenza ajena. Provoca, directamente, miedo.


Domingo Cáceres
Efectivamente, Talibán Manzano tiene razón, «servir para devolver la alcazaba pacense a su estado durante ocho siglos» … abandono y desidia. Muchas gracias «enemigos» de Badajoz. Sois cuatro y nadie os quiere

¡¡¡MANIFESTACION A FAVOR DEL CUBO Y CONTRA LOS AMIGOS-ENEMIGOS DE BADAJOZ… YA!!!

ya están los de siempre
Ya están los de siempre dando por… Fuera los Enemigos de Badajoz!!! A mi no me representan y creo que a miles de pacenses tampoco, ya elegimos a nuestros representantes en la Junta de Extremadura y en el Ayuntamiento de Badajoz. ¡ Basta ya de meterse en problemas ajenos y arreglen los suyos!

Ibn Marwan
A personajes como Manzano NO los quiero en mi ciudad…más peligroso que alcaldes, concejales y políticos es aquel que pone todos los medios para llegar a serlo o equiparar su importancia a la de éstos…la soberbia cuesta cara…

Vecino
Que lástima me da tener un colectivo en mi ciudad que le importa un pepino el esfuerzo que están haciendo la Junta y el Ayuntamiento en la recuperación del Casco Antiguo de Bdajoz. Las cosas es verdad que se han podido hacer mejor, pero ya estan hechas y no del todo mal.

lala
Se me olvidaba.He visto un manzano en el casco antiguo.que no ha sido fumigado todavía y está lleno de manzanas podridas.¡Fumigación Ya!

romina
a estos personajes habría que declararlos oficialmente ENEMIGOS DE BADAJOZ.

EL TREN RENTABLE


Un informe aupiciado por las Cámaras de Comercio implicadas en la ruta del ferrocarril del oeste acaba de concluir que el Tren de la Plata sería viable y rentable no sólo para mercancías sino también para viajeros, cuestión ésta que el grupo de transporte por carretera ALSA conoce desde hace más de veinte años. Una empresa ésta de las principales favorecidas por el cierre de la línea perpetrado por González, aludiendo a su poca rentabilidad: en realidad promovía la época del pelotazo económico de las autovías, afianzaba a los operadores energéticos basados en el petróleo, conformaba al sector de la automoción y en particular, asumía obedientemente los flujos comerciales y la entrada rápida de mercancías impuestos por Bruselas para las grandes corporaciones y el auge del sector servicios, el consumo y el turismo como futuros ejes de una economía, la actual, según la cual el desvío de la inversión en obra pública hacia la carretera beneficiaba las comunicaciones y la libre circulación de las personas, acentuando el progreso. Y desde luego, acentuando también todos sus males. La desvertebración del territorio, la pérdida de una alternativa competitiva y los elevados costes del proceso apenas se manejaron y la política de progreso se tomó una víctima que acude, como la mala conciencia, de vez en cuando al plano de la actualidad, para hundirse en su insaciable estómago poco después de la reaparición.

El estudio, por lo demás, atiende a la voz de sus amos, no en vano precisa que dado el abandono de las infraestructuras, sería preciso construir una via paralela, menos costosa (?) que el arreglo del desaguisado. Irreductible el empresariado en su deseo de encontrar, como sea, nuevas vías de construcción. Aún así, la posibilidad de reapertura va a comenzar a ser exigida, se quiera o no, como consecuencia de la crisis energética y el coste de los combustibles fósiles. Y del descenso de los beneficios comerciales de tantos como, desde 1.984, se han lucrado merced al cierre de líneas y el consiguiente monopolio en el diseño y ejecución del transporte público y privado.

La rentabilidad de la línea nunca debió ponerse en duda: la falsedad del argumento crispa no a la luz de los estudios pasados -apresuradamente redactados ad hoc-, sino del sentido común y la cotidianeidad mercantil y social durante todos estos años. Pero viene todo esto a cuento, para arrimar el ascua a mi sardina, de los dos episodios dedicados al tema en «El lince con botas», titulados «El largo camino del tren de la Plata» y «El regreso del tren de la Plata». En ellos, gracias a nuestro amigo y colaborador Juan J. Ramos, se ofrecían datos elocuentes al respecto de la línea, desde su apertura hasta su cierre. El segundo de estos episodios jamás se emitió por Canal Extremadura TV, a pesar de que era una continuación del primero. Se vetó porque nos negamos a suprimir la intervención de «un anciano que se entrometía (sic)», como se nos indicó literalmente por escrito. El «anciano» hacía alusión a la noche en que corrió por las vías el último tren, de la cual había sido testigo privilegiado, para acto seguido argumentarse con cifras y opiniones que el gobierno de González, con la ayuda y connivencia de la Junta extremeña, se postuló en favor del cierre sin más argumentos sociales y económicos que los que se inventaron a propósito, y que aún hoy están en entredicho. Más que nunca. Y nunca quizas se conocerá el alcance de las presuntas compensaciones al ejecutivo regional -o al partido, para sí quisiera la sociedad- por la pérdida de semejante bien común.

Decíamos en ese episodio que desde 1984 la naturaleza no ha perdido el tiempo y poco a poco ha ido organizándose entre las vías que llevan de Plasencia a Astorga. El tren como tantos otros héroes, prometió volver. Y aunque su casa siga en pie y tantos elogios merezca hoy la lentitud, su regreso está aún en medio de un enorme paréntesis.

EXTRAJUDICIAL

Aquí nada es grave. Todo el mundo es perfectamente irresponsable. Incluso la ínclita vicepresidenta y algún otro miembro de la cohorte de mandamases puede permitirse el lujo de buscar y pretender una «interpretación» y «solución extrajudicial» a una sentencia firme del Supremo. Ése es el respeto por su Estado de Derecho. Suyo, por supuesto. Nadie lo duda y el que lo haga se engaña. Aún así, si se les enfrenta se les derriba. Todo cae por su propio peso. Y veintiseis años pesan mucho. Y aún tienen suerte que menos que cuarenta.

LA POSTAL

Estoy convencido de que una de las causas del desprecio de la administración autonómica y la clase política extremeña en sí (sindicatos de clase, comunicadores e intelectuales de pesebre y empresarios de aluvión incluidos: aquí todo es política) hacia la PCRN y su labor es el hecho cierto de que no sólo le han interrumpido los planes, y que la amenaza de defenestrarlos apunta cada día que pasa a confirmarse, sino que se ha hecho conservando el buen gusto, afianzando el sentido común y, sobre todo, trabajando con paciencia y hasta humor. Enfurruñado, egocéntrico y abusador desde el principio, el poder extremeño (mediocre y residual en sí mismo, pero enorme en su patio) ni siquiera se planteó el canto de sirena habitual con el que convence a cuanto hijo pródigo le altera. El único movimiento acertado que han exhibido en este tema hasta la fecha, y precisamente por no emprenderlo. Estaba encaminado al fracaso, probablemente alguien lo intuyera. Contra ellos, campañas sutiles como el envío de postales a la Moncloa. Ni siquiera hace falta originalidad cuando sobra la convicción y la fe en el trabajo bien hecho. Es decir, cuando se tiene lo que le falta al contrario. ¡Habría que ver el rostro del régimen vendiendo este invierno los presuntos empleos de la imposible instalación! Eso que nos ahorramos.

EN ACTITUD DE CREADOR

Otra distribuidora de películas se ofrece a vender producciones de nuestro catálogo y para ello solicita, además de la habitual lista de detalles y pormenores técnicos, una fotografía del realizador «actual y en actitud de creador (sic)». No sorprende: la venta en la actualidad es instintiva, importa antes el continente que el contenido. De ahí esas clásicas fotografías de escritores con el fondo de estantes repletos, de cineastas tras una cámara a la que ni se arriman durante el oficio, de críticos de negro sobre fondo de proyección, de músicos con su instrumento o sin él, pero cada miembro de la banda mirando a un lugar diferente; de políticos de traje, corbata y estrechamiento de manos ante pantano. El hábito hace al monje. Pero, en mi caso, soy incapaz de fingir esa actitud. Y aún más de encontrar una fotografía con esas condiciones. ¿Cómo se creará?

UN LOGRO

«El BOE publica una resolución sobre la restauración fluvial del Viejas (Cáceres), que incluye entre otras actuaciones, la eliminación de su represa hidroeléctrica, asunto en el que el comité extremeño de RÍOS CON VIDA ha dedicado unos años y expusísteis en vuestros documentales. Se trata además de una central hidroeléctrica en activo, pero cuya diminuta producción se ha estimado que no compensa el daño al medio natural, como sabéis. Suponemos que el verano que viene empezarán a desmontarla y a restaurar el río.»

Carta de Pedro Brufao, de AEMS-RÍOS CON VIDA, a nuestra atención. El documental al que se refiere son los episodios «El Viejas, aguas arriba» y «El Viejas, aguas abajo», de la serie «El lince con botas», prohibida en Canal Extremadura TV y Extremadura TV por su extraordinario poder subversivo, agitador de un radicalismo antisistema que quita el sueño a los gobernantes y asusta a los niños y a los modernos. Un grano no hace granero, pero mueve molino. Con una noticia como ésta al día sería aún más feliz.

EL DESCANSO


El presidente de la Junta de Extremadura y secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, mostró hoy «compromiso» de «no descansar» hasta que en la región «las personas que quieran trabajar, puedan hacerlo». Para ellos, dijo, es para quienes «hay que dar respuestas, dando la cara más que nunca». «A la gente, hay que decirle aquí estoy yo para dar la cara», apostilló.

A veces a uno le resulta especialmente indigerible la mañana. Que este señor diga ésto es una puñalada trapera, más de lo mismo. Por ejemplo, nuestro caso. Más de dos años sin dar la cara ante nuestros requerimientos de explicaciones, sin dignarse siquiera a contestar o haciéndolo mediante personas interpuestas, y a través de escritos que contienen adulteraciones y dobleces. A sabiendas de que ha destruido el empleo estable de varias personas, impedido que nuestra voz pasada y presente se difunda a través de los medios públicos, y dejado que la situación de veto contra nuestra empresa se estanque, esgrimiendo como suyos (el silencio es la peor mentira) los argumentos de sus ejecutivos -cargos públicos- y otros aduladores contra nosotros. Argumentos que a fecha de hoy desconocemos. ¿Los cargos? Delito de opinión y pensamiento, intuimos. O de llevar la contraria. A veces uno piensa hasta dónde llegará la maldad, si es cuestión de escala y oportunidad el que no hayamos sido reprimidos más allá del chantaje económico con el que pretenden alejarnos del juego. A veces uno lo que desea para estos señores es el descanso. El suyo y de paso el nuestro. Cualquier cosa menos que sigan trabajando.

SESIÓN CONTINUA

Por casualidad, y en atención a que los paseos campestres han de recortarse en su duración ante los tiroteos que acompañan los pasos por el monte, nos metemos una sesión continua al estilo del antiguo cine infantil. Dos títulos que da la televisión de pago, ambos norteamericanos, ambas comedias decorosamente negras. Ambas irregulares y a la postre insatifactorias, pero fue entretenido mientras duraron las pipas. «Un funeral de muerte» («Death at a funeral», 2007″) es una película dirigida por Frank Oz, aquel mítico creador de «Barrio sésamo» con el desaparecido Jim Henson. Oz, aparte de sus iniciales «Cristal oscuro» (1982) y la espléndida versión de «La tienda los horrores» (1986) , no volvió a dar buenas noticias. Este filme de producción norteamericana (¡y alemana!) tiene hechuras británicas, un reparto británico exquisito -la versión original es deliciosa, no sólo por los intérpretes, sino por la excepcional calidad del sonido directo, en particular cuando los actores susurran- y un director nacido también en el Reino Unido aunque no lo haya parecido nunca. Oz, afortunadamente, se muestra discreto con la cámara, sin rigidez en la composición pero también sin el artificio del perpetuo movimiento al que nos tienen acostumbrados en ese Hollywood frenético de grúas, steady, dollys, ordenadores, helicópteros y hasta carritos de la compra si hace falta para que todo se mueva continuamente. Lo que llama la atención en un principio, aparte del excelente arranque de la película -que no termina ni mucho menos al mismo nivel- es que se concede el penúltimo titulo de crédito al guionista Dean Craig, por delante de sus productores. Una peculiaridad que la irregularidad del guión no permite descifrar. Inspirada por las comedias británicas de los cincuenta y primeros sesenta, rodada en los no menos míticos Estudios Ealing, «Un funeral de muerte» amaga, pero no da.

La segunda de la tarde decepciona más: «Quemar después de leer» («Burn after reading», 2008) es nuestro enésimo encuentro fallido con los hermanos Coen. Aún hoy se les concede el beneficio de la duda que películas asombrosas como «Barton Fink» (en particular), «Oh, Brother!» o «Fargo» merecen. Pero ni siquiera el -también- excepcional reparto del filme (en este caso, la selección norteamericana: Clooney, Malkovich, Pitt, Simmons…) y sus embriagadoras voces e interpretaciones elevan la función a la altura del talento exhibido tiempo ha por los cineastas, incluso en cintas relativamente cojas pero hilarantes como «El gran Lebowski». Inclinados a las parodias sin sustancia, a una planificación conservadora -y menos mal…- coherente con los pocos estímulos del guión -mucha pretensión, escasos hallazgos- navega la película en un centrocampismo en el que lucen los actores autosatisfechos, encantados de un estilo burocratizado, de franquicia personal. Aún así, la asombrosa (y carísima) luz conseguida por el mexicano Emmanuel Lubezki dignificaría por sí sola cualquier plano del filme. La evolución de este profesional desde aquellas fechas en que ponía los pelos de punta su trabajo (por ejemplo, en «Un paseo por las nubes» (1.995), notable candidata a la peor película del mundo) dice bien de sus domadores. Así las cosas, las últimas películas de los Coen recuerdan al juego del Real Madrid, contundentes y tal cuando hay que venderse, pero a años luz de la estela artística de sus mejores tiempos.

FATIGA

Escribía Franco Battiato en su «Povera Patria» (1991):
«Povera patria! Schiacciata dagli abusi del potere
di gente infame, che non sa cos’è il pudore,
si credono potenti e gli va bene quello che fanno;
e tutto gli appartiene.
Tra i governanti, quanti perfetti e inutili buffoni!
Questo paese è devastato dal dolore…
ma non vi danno un po’ di dispiacere
quei corpi in terra senza più calore?
Non cambierà, non cambierà»

Da fatiga enfrentarse al día tras día en esta nuestra tierra. Estos hombres y mujeres, políticos profesionales, nunca se equivocan. Error es palabra prohibida. Pero, por si acaso, hay cuatrocientos mil correligionarios dispuestos a justificar. Dilapidan sin pudor, devastan la naturaleza como si hicieran un guá para las canicas. Son prepotentes, abusan de su poder, odian el pensamiento independiente: una crítica es un atentado. Un día firman un pacto de la mano de sus amigos de la eterna oposición: antes fueron ellos poder y verdugos, y desde entonces la historia es un salvoconducto para el más miserable. Al día siguiente escenifican la pieza teatral del desencuentro, y tan contentos. Un día muere un animal, al otro mueren cientos. Un día es un gasto superfluo, al otro es un derroche sin sentido. No se puede hacer peor: solo declararle la guerra a Portugal empeoraría el desastre de una sociedad civil abandonada a su suerte. Afortunadamente, mucho mejor de la que merece: no hay nada más triste que vender los pendientes de oro de la abuela muerta para pagar la letra del Audi. Esa es la consigna tras años de enriquecerse mendigando.

SUMAS Y RESTAS

Teníamos curiosidad por conocer la tercera película del colombiano Victor Gaviria, el director de «La vendedora de rosas» (Colombia, 1998). Desde que vimos aquel impresionante filme, tuvimos ocasión de conocer a colombianos nativos y residentes en Medellín, incluso algún profesional del cine afincado en España que había compartido trabajos con Gaviria, y que de hecho los compartió también con nosotros. «Sumas y restas» se rodó en 2.005 y viene a ser una relativa sucesión de los hechos y aconteceres de «La vendedora…» pero trasladados del lumpen a la nueva burguesía colombiana, cuyo pelotazo en los años ochenta se debió no a la entrada en Europa, sino a la orgía de consumo y dispendio que provocó la extensión del narcotráfico hasta el paroxismo. «Sumas y restas» es un relato que no oculta precisamente su pretensión moralizante y que narra el descenso a los abismos (eso sí, con red) de su protagonista que, bien situado socialmente, se involucra en el tráfico atraído por el dinero presuntamente fácil y el imán romántico que le ofrece la posición de un amigo de la infancia, un personaje que sobrevive con entusiasmo en medio de las condiciones extremas que provoca un negocio clandestino en el que participa prácticamente toda la sociedad menos los excluidos de siempre, que se vengan a la primera de cambio a tiro limpio. Gaviria narra la primera parte de la película con una extraña decisión de ópticas deformantes y angustiosas, para ampliar su repertorio de puesta en escena en el tramo final, deudora expresa y quizás insconscientemente del cine redentorista, gringo, huevón e hijoeputa -entender los diálogos de la película es toda una aventura: el ochenta por ciento de las palabras se quedan en el limbo para nuestro castellano- de Paul Schrader o, en menor medida Abel Ferrara. Complaciente en la épica, no da el relato en la tecla de la lírica y queda la película espesa, grandilocuente. Aún así, la curiosidad se ve saciada. Desde la esplédida «Pizza, birra, fasso» (Adrián Caetano y Bruno Stagnaro, Argentina, 1998), no echaba uno de menos los subtítulos en un filme escrito y dialogado en castellano. Al final, con los créditos, se agradece verse sometido a tamaño esfuerzo de comprensión. Que las imágenes no se bastan por sí solas resulta una obviedad a la vista de «Sumas y restas». No todo el mundo es Murnau.

EL TREN ELÉCTRICO

Comprarse un juguete caro es lo que tiene: a menudo las piezas, los repuestos, los caprichos y los imponderables exigen un desembolso al que no es sencillo hacer frente desde economías modestas, o en tiempo de crisis. Es como cuando uno hace una obra y le llega siempre el encargado con aquel castizo «ya que…». Ya que… tenemos esto, no puede funcionar sin aquello; ya que has puesto este suelo, convendría…Ya que tienes la parcela, pues házte la piscina…Este prólogo es para abundar en el tema de la bicha televisiva extremeña, que nació presuntamente austera (qué enorme fábula) y está ya endeudada como la propia Junta, hasta límites de bochorno. 2.157.000 Euros, es decir, más de trescientos cincuenta millones de aquellas pesetas, es el nuevo gasto de la corporación pública CEXMA para hacerse ver, como es natural. Dirán que es inversión. En un tren eléctrico que es una caja central, un agujero negro económico y creativo que tendrá muy contenta a la galería de posmodernos extremeños, siempre necesitados de un buen grifo que haga soportable la renta disponible.

EL MENHIR

La distancia es corta, la Freguesía de Póvoa e Meadas está a unos cinco kilómetros de carretera desde Castelo de Vide. Después un poco más a través de la Sierra de San Mamede portuguesa, cuya gestión algunos colectivos del pueblo ponen en solfa (mediante proclamas escritas y repartidas por el lugar), por considerar que promueve el turismo de élite y castiga a los usos tradicionales. Un camino de apenas quinientos metros, entre paréntesis de paredes de piedra, nos conduce junto a rebaños asustadizos y grandes alcornoques avecindados por no menos enormes y solitarios eucaliptos. La pista, con portillos que solicitan cuidado con carteles bilingües, tanto en portugués como en inglés, lleva hasta el menhir, «el más alto de la península ibérica con aproximadamente 7 mts. de altura visible y algo más de un metro de grosor. Ha sido recolocada la parte superior sobre la inferior situada en el terreno ya que se encontraba partido. Es esta zona de Castelo de Vide muy rica en monumentos megalíticos … Su importancia esta en el hecho de que hace 4000 o 5000 años, una comunidad decidiera unirse para tallar y erigir un monumento que permaneciese en el mismo lugar a lo largo del tiempo, y que hoy podemos contemplar con admiración y un respeto atávico y ancestral». A los pies del impresionante falo casi me quedo dormido, diríase que agotado por el esfuerzo de aquellos antepasados, hombres y mujeres de bosque y montaña. Retomamos el camino en medio de guiños otoñales y visibilidad primaveral. Un solitario automóvil aparcado a la buena de dios con la radio encendida, y sin nadie a la vista alrededor, tanto a la ida como a la vuelta, parece una señal no tan enigmática para nosotros, que escribimos historias sobre seres solitarios que se desprenden de sus grandes coches oscuros para matarse en el campo. Por la carretera, las señales de tráfico de ganado suelto son a gusto del autor, y cada una que encontramos modela una preciosa vaca distinta. Los dólmenes o antas cercanos sirven para esconder las meriendas de los niños y reparar la conciencia del tiempo. Cae la tarde y el recuerdo del menhir y sus alrededores encantados se erige más fuerte, más alto. Más allá.

CIELO E INFIERNO


«Probablemente el mejor documental sobre drogas hecho en España».

Probablemente, el mejor documental que hayamos hecho hasta la fecha. Cuando hago una búsqueda en Google de «Cielo e infierno, el concepto de droga y las substancias psicoactivas» se me caen los palos del sombrajo. De la copia original en dvd subida a internet se han reproducido decenas de miles de copias. Gratuitas, por supuesto.

MEDEA MATERIAL

Lo hemos pasado estupendamente editando el video de «Medea material», la versión de Chus Mayo de la obra de Heiner Müller, producida por Espacio Luna y dirigida por Chema Escribano. Una apuesta de riesgo, a cuyo estreno no pudimos asistir, y bien que lo lamentamos. Un excelente trabajo, con una emocionante interpretación, bien vestida, bien ambientada, refugio bien ardiente de la enorme vocación teatral de su mentora Chus Mayo, que cultiva melancólicas y contundentes cuentas atrás con la generosidad de la mujer orquesta que es. Ejemplares raros como ella aún hay, que ignoran a qué se aferran, a la espera de una primavera que a menudo se hace esperar, pero siempre llega para los pacientes y los talentosos. «Medea material» es un ejemplo, en el que destaca además un excepcional diseño gráfico de promoción, obra de Ligia Pájaro.

COMPASIÓN

El ínclito presidente de la Junta, una persona carente de palabra y de civilidad, como algunos de sus consejeros y asesores (y lamentablemente todo ello lo sé por experiencia, ojalá no las hubiera padecido), no sabe ya a qué bombardeo apuntarse para alcanzar notoriedad y sentirse a salvo: adorado por sus sectarios, que no paran de lisonjarle a la usanza que aquí tanto gusta para conservar el puesto -aunque el bastión en sus adentros comienza lentamente a resquebrajarse-, pide ahora a la ciudadanía que se movilice contra el maltrato animal. Bastaría con aplicar las leyes al respecto, que para eso están. Esa es su obligación, que generalmente incumplen, por no decir sistemáticamente. Apenas hace semanas que su partido y el otro han impedido en el Congreso el fin de las brutalidades que se cometen a diario en nombre de alguna «tradición». Pero es que pedir que la gente se eche a la calle para un particular, al tiempo que se veja con toda naturalidad a aquellos que ejercitan ese derecho contra las politicas de su gobierno, es otro colmo (…y van) de la hipocresia y el cinismo de esta pandilla de engreídos que responden al nombre de gobernantes extremeños. Aquellos mismos que persiguen, defenestran, vetan, criminalizan a cualquiera que muestra una discrepancia, por mínima que sea, hacia sus actuaciones, muchas cargadas de soberbia, sinrazón y envueltas en una nube de tinieblas, se permiten todo tipo de boutades. Pero reclamar que el personal proteste en las calles agarrados de su mano en la actual coyuntura es digno de tratamiento médico. Y de compasión.

SIN PIEDAD

Aunque quieran hacerse pasar por hechos aislados, las brutales torturas sufridas por animales en Extremadura (ni acordarme quiero del nombre de Torreorgaz: pasarán años antes de que me vuelva a detener en el lugar del espanto) son el pan nuestro de cada día de una Comunidad virtual (un triste país) dónde la educación agoniza en los hogares y las aulas, y dónde es imposible dar un paso por el campo sin encontrar un cartucho. Amenazada de muerte la sensibilidad, indignos muchos de su cerebro y su corazón, las nuevas generaciones repiten con esmero las atrocidades de los peores seres de las anteriores. Vaquillas, perros (no digamos galgos), gatos, asnos, venados, jabalíes… Cualquier cosa que se mueva es carne de cañón. Algunas barbaridades están incluso subvencionadas. No hay, en cualquier caso, carné más barato que el de padre y madre. Ni a ser vivo llegan algunos. La misma moneda sería poco castigo.